Al final de la temporada, Sabadini se unió a las filas del Catanzaro. La escuadra de Liedholm comenzó de gran manera el campeonato, ganando nueve de los diez puntos posibles tras las primeras cinco jornadas disputadas. Con los refuerzos de Walter Novellino (proveniente del Perugia) y de Stefano Chiodi (procedente del Bologna), Liedholm armó un cuadro competitivo que ejercía su filosofía de fútbol ofensivo, plasmado en su esquema con una única punta (Chiodi) que era abastecida por el constante peligro que ejercían a sus espaldas jugadores como Maldera, Novellino, Antonelli y Bigon.